OPINIÓN: Encarar el problema educativo por Pedro Roulet

23 de octubre de 2022

«Encarar el problema educativo, un desafío impostergable» Por Pedro Roulet

Llegó el momento de discutir cuáles son las transformaciones educativas y laborales que necesitamos, porque cada día que pasa y no hacemos nada, es un día más alejados de nuestro futuro.
 

La agenda mediática de las últimas semanas estuvo marcada por la toma de las escuelas en CABA, un conflicto puntual que nos hace reflexionar sobre un problema mucho más grande: la situación actual de la educación en la Argentina. 

Hoy en día, sólo el 54% de los jóvenes termina el secundario. Es decir, uno de cada dos se queda en el camino. Para un joven, quedarse en el camino implica tener menos y peores herramientas para construir su futuro, implica tener menos posibilidades de acceder a un empleo formal, implica tener que esforzarse el doble para recibir la mitad. 

Y acá entra en juego otro dato que nos pinta la realidad de cuerpo entero: sólo 16 de cada 100 estudiantes termina la secundaria en tiempo y forma, es decir, sin repetir y obteniendo conocimientos básicos en lengua y matemática. Para algunas provincias como Formosa, la solución a este problema es suprimir los aplazos, prohibir los boletines y dejar que pasen de grado con hasta 19 materias previas. En otras palabras, la solución sería esconder los problemas debajo de la alfombra. 

¿De verdad alguien puede tomar esto con seriedad? ¿No se les cae la cara de vergüenza? Políticas como ésta nos abren otro desafío. No sólo tenemos que poner el foco en que los jóvenes logren el título secundario, tenemos que pensar también en cómo llegan a obtenerlo. Las pruebas Aprender nos señalan que el 45% de los estudiantes no puede resolver operaciones matemáticas básicas y que el 44% no es capaz de comprender un texto. 

Por otro lado, el Observatorio de Argentinos por la Educación remarcó que ante el aumento de un año de educación, los ingresos de la persona aumentan alrededor de un 10%. Si relacionamos estos datos, la conclusión es clara: están condenando a los jóvenes a trabajar más por menos plata. Eso si logran conseguir un empleo. 

La última medición del INDEC indica que el rango etario donde más afecta el desempleo es en los menores de 29 años, donde el 46,8% busca trabajo y no lo consigue. Además, de los que logran acceder a un empleo, la mitad lo hace en la informalidad, sin ningún derecho. 

Cuando se les pregunta a los jóvenes por el principal obstáculo a la hora de conseguir trabajo, el 83,2% señala el requisito de la experiencia previa. Esta misma experiencia es motivo de las tomas en las escuelas de CABA, tomas que van en contra de las «Actividades de aproximación al mundo del trabajo» que impulsa el Gobierno de la Ciudad, una política pensada para superar el principal obstáculo que encuentran los jóvenes al salir al mundo laboral. 

No sorprende a nadie que los sectores políticos que impulsan acciones de este tipo sean los mismos que piensan «soluciones» como las que se tomaron en Formosa, sectores que militaron hasta el ridículo el cierre de las escuelas durante la pandemia que tanto afectó a los jóvenes y que hoy representa una causa más de la falta de preparación para el mundo laboral. 

Si ponemos en relación esta problemática con la pobreza, las conclusiones son angustiantes. El propio INDEC señala que el 59,2% de los pobres son menores de 29 años. De ellos, sólo 3 de cada 10 logra terminar el secundario y apenas el 2% se recibe en la universidad. La ausencia de políticas educativas de calidad nos afecta a todos los jóvenes, pero les pega de lleno a los más vulnerables. 

Por eso no me sorprende que nos estén expulsando, que 7 de cada 10 pibes de la secundaria ya estén pensando en abandonar la Argentina en búsqueda de mejores oportunidades. Mientras tanto, y en medio de un ajuste brutal signado por el recorte presupuestario en educación más grande de los últimos tiempos, el kirchnerismo nombra como directora de INJUVE, el Instituto Nacional de Juventud, a Julia Espein, una persona que se hizo famosa por liderar la toma en las escuelas. 

Parece una serie tragicómica, pero es la triste realidad. Los jóvenes nos encontramos en un laberinto donde todas las condiciones mencionadas anteriormente nos impiden la construcción de un proyecto de vida libre y autónomo. 

Llegó el momento de discutir cuáles son las transformaciones educativas y laborales que necesitamos, porque cada día que pasa y no hacemos nada, es un día más alejados de nuestro futuro. Sólo si encaramos los problemas de frente sin excusas ni prejuicios ideológicos vamos a construir un país en el que mi generación y las generaciones siguientes quieran vivir.

https://www.lapoliticaonline.com/pedro-roulet/encarar-el-problema-educativo-un-desafio-impostergable-pedro-roulet/

 

 

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